En un arranque de optimismo, me casé.
-¿Por qué más si no por optimismo se casan las personas?
En un arranque de optimismo, renuncié a mi trabajo.
-¿Quién dejaría su trabajo a cambio de nada en estos tiempos de crisis?
En un arranque de optimismo, dejé todo y me vine a Los Ángeles.
-¿Qué no era la tierra de las oportunidades?
Y para balancear tanta estupidez, ganó Trump.
-Bienvenido de vuelta, pesimismo.
A veces, es mejor reír. Reírse frente al espejo. Y reírse con Wanda.
-En especial, del minuto 15 en adelante.
Hola, motherfucker!!!